Reseña #209: La chica del tren

Título: La chica del tren

Autora: Paula Hawkins

Libro: Autoconclusivo

¿Estabas en el tren de las 8.04? ¿Viste algo sospechoso?
Rachel, sí

Rachel toma siempre el tren de las 8.04 h. Cada mañana lo mismo: el mismo paisaje, las mismas casas… y la misma parada en la señal roja. Son solo unos segundos, pero le permiten observar a una pareja desayunando tranquilamente en su terraza. Siente que los conoce y se inventa unos nombres para ellos: Jess y Jason. Su vida es perfecta, no como la suya. Pero un día ve algo. Sucede muy deprisa, pero es suficiente. ¿Y si Jess y Jason no son tan felices como ella cree? ¿Y si nada es lo que parece?

Tú no la conoces. Ella a ti, sí.

SIN SPOILERS

Llevo varias semanas diciendo que iba a leer el libro y nada, que no me ponía con él. Pero eso ya se acabó, ya lo he leído por fin. La verdad es que me extraña que con tanto revuelo que se ha creado alrededor del libro y con tantas reseñas que hay sobre él, no me haya comido ningún spoiler. Pero tranquilos, que uno de mis malos hábitos a la hora de leer ha vuelto, y me he spoileado yo sola mirando el final del libro mientra iba por la mitad. Es algo superior a mi y no puedo resistirme a no echar una hojeada. Igual no me enteré de mucho y me quedé más confusa de lo que estaba antes. Bueno, vayamos al lío.

El libro está contado desde tres puntos de vista, aunque la protagonista principal es Rachel. Una alcohólica de 30 y pico años que lo único que hace con su vida es coger un tren a las 8:04 de la mañana rumbo a Londres y volver en el de 17:56 por la tarde. Ha perdido el trabajo por culpa de su depresión y su alcoholismo pero su compañera de piso no lo sabe, así que todas las mañanas se levanta y hace como que va a trabajar. Todos estos males vienen desde atrás, de cuando estaba casada con Tom e intentaban tener un niño y no lo consiguieron. 

Y aquí entra en escena otro punto de vista, el de Anna, la actual mujer de Tom. Resulta que nuestro querido Tom no era un santo y le ponía los cuernos a Rachel con Anna. Al final acabaron divorciándose y Anna se quedó con Tom y encima tienen una hija juntos. Pero como a Rachel le falta un tornillo y es como una mosca cojonera, no los deja en paz y no para de llamar a Tom, de llamar al fijo de casa o incluso presentarse en su casa (resulta que es la casa que Rachel había comprado con Tom) completamente borracha. La cosa es que Rachel no se acuerda de lo que hace mientras está borracha perdida y claro, las cosas se tuercen en casos así.

Ya vamos con el tercer y último punto de vista, el de Megan. Os preguntaréis qué pinta esta mujer en toda esta historia. SI VOSOTROS SUPIERAIS. Resulta que cada vez que Rachel pasaba con el tren por delante de la casa de Megan, ella se la imaginaba como una mujer feliz, con un matrimonio feliz y una vida feliz. Todas las mañanas Rachel veía a Megan tomando su café en el jardín de su casa, a veces sola y otras acompañada de su marido. Pero una mañana todo cambia y eso Rachel lo nota, por eso se ve envuelta en toda esta trama. También hay que decir que como Rachel no tiene nada mejor que hacer, se ha involucrado ella sola en toda la historia que hay después. No diré qué pasa porque quiero que os sorprenda igual que a mí. Sólo os diré que Megan es vecina de Anna y Tom.

El libro en sí me ha gustado y me ha mantenido enganchada a sus páginas pero sí que es cierto que sobran muchas cosas. Se ve que están ahí como de relleno y la autora ha alargado demasiado las cosas. El final no me esperaba que fuera así aunque a mucha gente le ha parecido muy simple. Como no suelo leer libros de éste género, pues me sorprende cualquier cosa. Así que os lo recomiendo ya que engancha y se lee en nada. Los personajes me parecieron muy creíbles y muy reales. Son situaciones que pasan en la vida real por mucho que seamos ajenos a ellas. 

¿Conocíais el libro? Si es así, ¿qué os ha parecido? Y si no, ¿le daríais una oportunidad? Contadme, contadme :)