Laia es una huérfana que lucha por salvar a su único hermano. Elias es un soldado que lucha por su libertad. Cuando ambos se encuentren, no tardarán en descubrir que a veces es imposible luchar contra el destino... y que las decisiones que ellos tomen para sobrevivir pueden cambiar el futuro del Imperio. Laia y Elias descubrirán que el Imperio sólo puede vencerse desde dentro… El futuro de éste está en sus manos.
SIN SPOILERS
Tenía muchas ganas de leerlo y por fiiiiiiin lo pude coger. Tengo que decir que la portada me encanta, va tan acorde con la historia, me parece una muy buena representación de la historia. Además, si os fijáis, en la letra I del título aparece una figura. Pues yo no la vi hasta pasada una semana desde que llevaba leyéndolo, así de despistada soy. De esto que iba empanada en el bus y de repente apareció la Virgen y me dio por mirar la portada.
Tonterías aparte, vayamos con mi opinión.
El libro está contado desde dos puntos de vista: el de Elias y el de Laia. Me han gustado ambos por igual porque, aunque los dos nos cuentan cosas distintas, te engancha y hace que sigas queriendo leer. Laia es una chica de 17 años, huérfana y con un único objetivo: salvar a Darin, su hermano, de las garras de Risco Negro. Al principio te dan ganas de cogerla de los pelos y hacerla espabilar de alguna forma, pero poco a poco, veremos un claro cambio en ella, y menos mal que es para mejor. Se ve una clara evolución de su personaje, y aunque sea raro que diga esto, me ha gustado. Es de las pocas protagonistas que han llegado a gustarme y realmente entenderla.
Por otro lado, tenemos a Elias, un marcial de 20 años que está a punto de graduarse. Al principio del libro estaba firmemente convencido de hacer una cosa, pero por cosas del destino, sus deseos se ven aplazados y se ve envuelto en una lucha de vida o muerte. Aquí ya no hay una clara evolución del personaje, ya que él sigue en sus trece con sus convicciones, pero sí que cada vez ve cosas que hacen que esté más decidido en su empeño. Conoceremos a sus amigos y sus enemigos, a cómo es la vida de un marcial, qué tienen que sacrificar para seguir con vida y sobre todo, a llevar una máscara con orgullo. Fue lo que más me costó imaginar a la hora de leer el libro ya que se supone que los personajes llevan una máscara plateada que poco a poco se funde con su cara. Y claro, yo me olvidaba de la máscara y cuando se hacía alusión a ella yo estaba en plan: cierto, cierto, que llevan la cara tapada. Y así todo el libro. A veces soy muy despistada, lo sé.
El libro en sí engancha un montón. Tanto la trama principal, como las secundarias. Para mí, los personajes son su punto fuerte ya que te hacen sentir lo que ellos sienten. Eso sí, hay uno que vais a odiar a muerte. ¡Qué asco de persona! Me daban ganas de meterme en la historia y acabar con él. Pero bueno, tras este momento de indignación, si no habéis leído el libro, os lo recomiendo. Ah, y se me olvidaba decir lo mejor: no hay insta love. Casi le rezo un rosario a la autora por eso.
Ok, no.
¿Conocíais el libro? Si es así, ¿qué os ha parecido? Y si no, ¿le daríais una oportunidad? Contadme, contadme :)